Unos pequeños consejos que te ayudarán para seguir disfrutando de tu vehículo de dos ruedas también en invierno
Los amantes de las motos preferimos viajar cuando hace buen tiempo, pero no podemos dejar de hacerlo aunque las condiciones climatológicas no nos acompañen.
En esta época del año, debemos maximizar las precauciones, y sobretodo, debemos mantener la temperatura corporal del cuerpo, para no convertir un tiempo de ocio en una penitencia. Muy brevemente, podemos resumir todos los consejos en tres muy básicos: ir bien abrigados, revisar a conciencia la moto (especialmente los neumáticos) y estar preparados para cualquier cosa.
Hoy queremos dar un repaso a los consejos más comunes para enfrentarnos al invierno sobre dos ruedas:
Ve siempre bien equipado: El dicho de que “es mejor que sobre a que falte” nos viene como anillo al dedo. Es cierto, es mejor que vayamos equipados de sobra, a que una vez en marcha, echemos algo en falta. Échate siempre encima algo impermeable y algo de ropa de repuesto, por si tuvieras que cambiarte… Lleva siempre contigo ropa de lluvia, porque además de protegerte del agua, puede servirte como cortavientos y protegerte del frío. No cuesta nada que te eches una mochila por si tuvieras que quitarte algo y no tuvieras dónde guardarlo.
El Casco: Es importantísimo que llevemos la pantalla del casco impecable. Con el frío y la humedad tenemos que enfrentarnos al riesgo de empañamiento de la pantalla. Hoy en día, la mayoría de los cascos cuentan con el sistema pinlock, pero en caso de lluvia, una visera bien limpia dispersa mejor el agua. El caso además, debe ventilar bien nuestra cabeza sin que se nos congelen las orejas o la punta de la nariz. Para esto último, nos ayudará tener a mano un pasamontaña térmico, bragas, o un sotocasco. Piensa que el cuello es una parte muy sensible al aire y merece la pena protegerla bien.
Viste apropiadamente: No estamos hablando de llevar más capas que una cebolla, recuerda que tienes que poder moverte con comodidad sobre la moto, ya que si no es así, puedes tener un susto por no poder hacer un movimiento adecuado cuando sea necesario. Lo que os recomendamos es la ropa interior térmica, que no es tan cara y que ayuda a mantener el calor de tu cuerpo, sin transpirar y cómodamente. La siguiente capa puede formarla un buen forro polar. En cuanto a la indumentaria, tenemos que tener en cuenta también que las manos y los pies son los puntos por los que el cuerpo humano pierde más temperatura y de la forma más rápida. Es importante contar con unos guantes específicos para el invierno. Y en cuanto al calzado, si bien no podemos tener unas botas de invierno y otras de verano, podemos complementarlas con unos buenos calcetines de esquiador.
Elementos a evitar: Lo normal en invierno es el frío y la humedad. Estos factores se traducen en un menor agarre de los neumáticos. Es importante que evitemos la pintura de la señalización horizontal, los pasos de cebra, las rejillas de ventilación, las tapas de las alcantarillas… Revisa además que tus neumáticos tengan el dibujo adecuado, que no estén demasiado desgastados y que la goma no haya perdido sus cualidades por el paso del tiempo. Hay también que tener en cuenta que al neumático va a costarle más alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento. Hay que tener en cuenta que por cada 12 grados que baja la temperatura, la presión del aire disminuye en un 2%. Especial precaución también en calles adoquinadas, generalmente agarran menos que el asfalto y guardan mejor la humedad.
Maximizar la precaución: Si por norma general debemos conducir con mil ojos en la moto, en invierno más aún. Las zonas húmedas se multiplican y hay que conducir con mucha más suavidad que de costumbre, adelantando mucho las maniobras y sin brusquedades en el acelerador ni en los frenos. Si tu moto no tiene control de tracción, extrema las precauciones a nivel de conducción. En la salida de las curvas no abras el gas en demasía porque puede estar el pavimento resbaladizo y hacerte perder la estabilidad. Los momentos más peligrosos es cuando caen las primeras gotas de lluvia y se acumula el polvo en la carretera o las hojas. Esto hace que el pavimento se convierta en una pista sin casi adherencia.
Mi último consejo es que si ya tienes cumplidos tus dos años de obtención del permiso A2, es hora de realizar el curso A.
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