El efecto submarino puede suponer lesiones al volante, aprende a evitarlo
La DGT (Dirección General de Tráfico) suele alertar a los conductores de los malos hábitos al volante. Más allá de colocar bien los retrovisores y ajustar el asiento debidamente para facilitar la conducción del vehículo, la DGT también nos indica la necesidad de evitar el llamado “efecto submarino”.
El efecto submarino se describe como el movimiento que efectúa el cuerpo de un conductor por debajo del abdomen en caso de colisión, cuando el cinturón de seguridad está mal abrochado u holgado. Este movimiento supone un gran riesgo para el conductor o el ocupante del vehículo ya que el cinturón no puede ejercer la presión suficiente para evitar el golpe en caso de colisión con el coche, dejando el cuerpo a merced de un impacto frente al volante junto a un deslizamiento hacia la parte inferior del vehículo.
En estas imágenes se aprecia mejor los posibles riesgos del efecto submarino.
Uno de los consejos que nos dictan desde la DGT para evitar este efecto es colocar correctamente el cinturón de seguridad antes de encender el coche. Además, conducir con el abrigo puesto puede suponer también un riesgo para que el cinturón quede bien abrochado y, en caso de colisión, sufrir un efecto submarino que puede provocar lesiones más graves de las habituales impidiendo que el cinturón cumpla con su cometido.
Esto ocurre también cuando tenemos fundas o toallas en el asiento, algo muy habitual durante los meses de verano. Las fundas y las toallas en el asiente impiden muchas veces que ajustemos correctamente el cinturón, así que ten cuidado con esto.
Otra de las cosas más importantes a la hora de conducir es adoptar una postura correcta. Debemos evitar posiciones incómodas donde el cuerpo quede demasiado inclinado o poco inclinado. Nunca debemos subestimar el coche e ir demasiado cómodos como si estuviéramos en el sofá de casa, un error muy habitual cuando tenemos ya cierta experiencia al volante.